sábado, 9 de julio de 2011

una corta historia


Indignada de tu respuesta,
dejé de lado mi belleza y
se desató un infierno.
Si tuviera que escoger,
escogería ahogarte y
dejar que tu alma me ame.
Luego de una pequeña lágrima,
una pequeña inexistente,
me levanté.
La silla todavía giraba en su eje,
me llamaba con tentación y
mi mente suplicaba para hablar.

Nuevamente aquí,
los alimentos adentro y
la furia creciendo.
¿Un nuevo intento?
Tal véz sería humillación o
el negado triunfo de mi ser.
La tarde está un poco frío,
pero son mis manos las que tiemblan y
mis oídos los que lloran.
Debo aprender a responder,
a escuchar las señales y
el presagio de mi muerte anunciada.

Todo es un artilugio del destino,
la vida le encanta matar y
bailar encima del cadáver.
Si me pide que vuelva,
la tonta regresaría felíz y
la felicidad se burlaría de la tonta.
No me pidas que deje de decir,
son las palabras las que no deciden y
mi espíritu el que se revuelca.
Has matado la sonrisa de mi rostro,
la ilusión de mi pecho y
las hormigas del mezón.

laranka
09/07/11

me rindo contra el mundo


En el momento menos oportuno,
mi confianza corre fuera de mi sentido.

Ella no entiende el por qué,
ella ha perdido la cordura frente al día.

La luz agobia sus pupilas,
derrite su color al blanco.

El mundo juega entre circos y serpentinas,
mientras que mi miedo se cubre de azul.

En medio del silencio,
las actitudes me clavan contra la pared.

El cuerpo de quién estuvo contento,
se derrama hasta el suelo intacto.

Ya no se trata de morir,
se trata de resucitar a tiempo.

Alzo los brazos y aprieto mis ojos,
tranquilos, hoy me rindo.

Las rodillas empiezan a danzar,
mientras que mis oídos pierden su intensidad.

Me rindo contra el mundo,
porque no soy consciente de las razones.

Se pierde la batalla hasta hoy,
solo respiraré por costumbre.

Guardaré mis palabras, hasta,
hasta que logren abrir mis labios.

Y si hablamos de mi pecho,
el está frágil pero felíz.

laranka
09/07/11