lunes, 9 de mayo de 2011

๋ te adoro ๋


A pesar de tanto reproche,
a pesar de tanto capricho...
no puedo negar que te adoro.

Adoro como vienes y vas,
con esa intermitencia de una estrella.

Empieza a perder importancia,
que me hagas daño
o que me estire la herida.

Pero no puedo negarme a mi mísma,
esas ganas de verte una vez más
y perderme en un coqueteo.

Delicado y sublime,
es la razón por la que sigo en pie...
viendote las manos, porque...

Adoro la prudencia ignorante que mantienes,
la estupida educación que me ofreces.

Cuando siento a la ausencia,
me sientes sufrir y surges,
o simplemente escuchas mis suspiros.

Solloza, penosa, tonta,
esas son las noches que me acompañan,
mientras tu te diviertes con alguien más.

No te reclamo nada,
nada menos que esa lista...
la que te ofrecí con la primera vista.

Te adoro porque me mantienes en el juego,
porque sabes como no aburrirme.

Todavía no entiendo si lo manejas,
si cada acto es predeterminado,
si cada sonrisa es planeada.

Nos encadenamos de algún modo,
nos envolvimos una vez y otra vez,
en cada abrazo que no me entregas.

Me gusta que no me trates como una princesa,
pero que me respondas como a una reina...
y en el fondo, me hables como a un niño.

Adoro esos respiros, el brillo de tus ojos,
la torpeza notable y la cobardía de tus actos.

Te adoro porque cuando estoy segura de tu ausencia,
me regalas tus palabras, un momento de importancia
y mi sonrisa ingrata.

laranka
09/05/11

Sin callar


Habías distraido mi pesar,
te disfrazaste de un persona sincera
y dejaste que cayera en tu trampa.

Una fina telaraña que hilaste,
que construiste alrededor de mi razón
y cubriste mi visión.

Fuiste un ser precioso,
un caballero elegante y galante,
que me envolviste en tus palabras.

En una idea vaga,
un recuerdo perdido,
en ese que cubrí tus labios.

Ahora ya no eres nadie,
he perdido tu pista
y tu has dejado tu verdad.

No me importa si estas todo el tiempo en mí,
solo me interesa que entiendas lo que sucede,
en lo que te metiste.

Ya no podrás destrozar más mi corazón,
ya no hay motivo para que sufras,
el se encuentra inconciente.

Solo me queda,
volverme a mi interior
y despegarme de mis pensamientos.

Quisiera licuar mi memoria,
aplastar mis emociones
y desperdiciar mis sabores.

No finjas que te duele,
dejame que me destroce
y al fin del camino, dame tu transparente mano.

Ya no importa si mis ideas no conjugan,
o si mi brisa suena a gritos,
solo interesa estar sin callar.

laranka
09/05/11