lunes, 5 de diciembre de 2016

Capricho


Como un indefenso cachorro, te revuelcas entre las manos de una mujer errante.
En medio de su pecho, sonríes emocionado de sentir su piel erizada.
Y no es más que un capricho de medio camino y de rienda suelta.

Así, silencioso y oscuro escondes las ganas de despojar la humanidad de ese ser.
Aspirar hasta el último aliento compartido en el rincón del suelo.
Esa insistente ansiedad de comer despacio la mente insana de su demencia.

Un niño pequeño envuelve los latidos de ese corazón delator.
Ya no sabes como interrumpir la sinceridad de su feminidad.
Has olvidado que perder es más fácil que ganar en su contra.

Ahora prefieres reprochar como una víctima la realidad que siguió su flujo.
En una batalla de sociego buscas la solución al vacío desbordado de recuerdos.
Y tu gusto por no aceptar el fruto del árbol de pecados.

Yo solo miro desde la esquina contraria, respiro hondo y sonrío inocente.
No es igual como aquella noche que entre jugueteos transmitiste tu locura.
Esta vez no existe la carretera, que fugaz transciende el mundo.

Caprichoso, mimado y resentido, no tienes opciones para enfrentarte.
Delante tuyo una pared escrita con fuego, la verdad.
Basta de esconder pues no existe telepatía que pueda contra la luminosidad.

laranka
05/12/16

No hay comentarios: