Escucho como los árboles bailan abrazados al viento. Me encuentro en mi refugio, en la cueva decorada de habitación. Hay una luz que me dice Ven!, pero yo la ignoro como a un mendigo.
Caigo distraido, nuevamente, a la luz. Ahora si me atrapa y no me deja respirar. Enciendo su rostro. Ahi estás... como siempre en ese cubículo azul. Con adornos, con mentiras, con una pareja oxidada.
Qué novedades me traes hoy. Qué dagas clavarás en mi pecho. Sigue contando, que el dolor no me deja a mi.
No! Callate!! Deja de finguir, así te persisto en decaer. Me dices que me quieres... y yo por qué sufro, y a mi por qué me duele. Susurras en mi oido con cariños cada que me abrazas. Y yo por qué sufro.
Sabes que todo es un invento de la niebla. Tu creaste este cuento. Una novela que no es de amor pero tampoco de valor. Tu empezaste por contarme una historia en un camino diferente. Pero eres tú el que sigue por el mismo sendero.
Silencio!!!... No quiero leer más tus burdas letras, tus quejas. Deja de sollozar, que solo me pones de malas. Silencio, una vez más. No quiero quererte ni que me quieras. No quiero pasar mis horas en tus brazos, no!!
Hoy sales con tus ganas de ganar, de luchar por algo. Pero ese algo solo está en tu mente. Hoy te crees un rey. Pero mira que venimos de meses, de un tiempo en el cuál solo construimos deshonra.
Respira un momento, mujer. Limpia esas lagrimas que ensucian tus mejillas. Tranquila, disimula tus iras, la impotencia. Vamos de nuevo... pero esta vez, solo rompe lo que se encuentra trizado.
Un nuevo día, la misma historia: He vuelto... Y solo vine para decirte esto. No me quieres, no me sientes. Yo no quiero nada junto a un ser sin perfíl. Dije que no me quieres!! No me has dado más que pesar, nada más que lágrimas nocturnas y deseos fugaces. Hasta aquí, silencio y corre.
Y me sales con que yo daño y lastimo, solo mirate un momento frente al espejo. Nadie, solo un soplo. Vienes aquí y te vas. Me aceptas y ahora me arrojas a un abismo. Esta bien!! Callate que me voy, no digo nada.
Increible... como una frase rompió los claveles de un jardín que estaba muerto. Como una frase puede asesinar una vez y otra vez, sin piedad sin distincción.
Es un fragmento de algo que escucho cada que me siento en la misma piedra oscura de una casa lujosa.
laranka
...te kiero amiga...
16/06/09
...te kiero amiga...
16/06/09
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