miércoles, 5 de agosto de 2009

Primeras Semanas


Un deseo puede ser,
como nacer... como un amanecer rodeado de niebla,
como el suspiro de un ave.

El tiempo se puede convertir en guitres,
en flores... en el cielo al pie del árbol,
puede ser leve frágil opaco.

Un sueño puede llegar a volar como polvo,
alto tan alto... lejos...
imposible.

La lluvia puede llegar un instante,
acompañarte años
e irse en un beso.

Todo puede desaparecer tras pestañar
y dejarte caer.

Los temores, gobernantes de mis tierras profundas,
clavan nuevas astillas en mi mente
con leyendas de finales no queridos.

No quiero que se acabe,
no puedo poner un fin,
aunque el crepúsculo no dura la vida entera.

Y mi corazón te dice palabras calcitrantes,
frases que cabalgan en mi pecho,
algo así como "te quiero".

laranka
13/07/09

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